La bronquitis crónica es una enfermedad pulmonar caracterizada por la inflamación persistente de los bronquios, las vías respiratorias que llevan el aire hacia y desde los pulmones. Esta condición se define clínicamente por la presencia de tos productiva durante al menos tres meses en un periodo de dos años consecutivos, sin otra causa aparente. Es una forma de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), y su desarrollo está estrechamente relacionado con la exposición prolongada a irritantes respiratorios, siendo el tabaquismo el factor de riesgo más significativo.
La patogénesis de la bronquitis crónica implica varios procesos inflamatorios y de remodelación en el árbol bronquial. La exposición a irritantes como el humo del tabaco, contaminantes del aire y polvo industrial desencadena una respuesta inflamatoria en el revestimiento de los bronquios. Esta inflamación crónica lleva a un engrosamiento de las paredes bronquiales y al aumento de la producción de moco por las glándulas submucosas y las células caliciformes. El moco excesivo y espeso puede obstruir parcialmente las vías respiratorias, dificultando el flujo de aire y provocando los síntomas característicos de la enfermedad.
Los síntomas más comunes de la bronquitis crónica incluyen una tos persistente con producción de esputo, disnea (dificultad para respirar), sibilancias y una sensación de opresión en el pecho. Estos síntomas suelen ser más pronunciados en la mañana debido a la acumulación de moco durante la noche. En las etapas avanzadas de la enfermedad, los pacientes pueden experimentar exacerbaciones frecuentes, que son episodios agudos de empeoramiento de los síntomas, a menudo desencadenados por infecciones respiratorias.
El diagnóstico de la bronquitis crónica se basa en la historia clínica del paciente, la presencia de síntomas característicos y la exclusión de otras posibles causas de tos crónica. Las pruebas funcionales respiratorias, como la espirometría, son esenciales para evaluar el grado de obstrucción al flujo de aire y para distinguir la bronquitis crónica de otras formas de EPOC. Además, las imágenes radiológicas del tórax y los análisis de esputo pueden ser útiles para evaluar la extensión del daño pulmonar y la presencia de infecciones secundarias.
La bronquitis crónica es una condición progresiva y, si no se trata adecuadamente, puede conducir a complicaciones graves, como la insuficiencia respiratoria y el corazón pulmonar (cor pulmonale). Por ello, es fundamental un diagnóstico temprano y una gestión adecuada de la enfermedad para mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir la morbilidad asociada.