El término «dolor referido» se refiere a una manifestación dolorosa que se percibe en una región del cuerpo distinta a la del origen real del dolor. Este fenómeno ocurre debido a la convergencia de las fibras nerviosas de diferentes áreas en la médula espinal o en el cerebro, lo que provoca que el cerebro interprete el dolor como si proviniera de una ubicación distinta. El dolor referido es un concepto relevante en la práctica clínica, ya que puede complicar el diagnóstico de diversas condiciones médicas.
El dolor referido es común en varias patologías, especialmente en aquellas que afectan órganos internos. Por ejemplo, el dolor de un ataque cardíaco a menudo se siente en el brazo izquierdo, la mandíbula o el cuello, en lugar de únicamente en el pecho. De manera similar, el dolor de la vesícula biliar puede sentirse en el hombro derecho o en la espalda, y no necesariamente en la región abdominal donde se encuentra la vesícula.
El mecanismo subyacente del dolor referido implica la interacción entre las fibras nerviosas viscerales y somáticas. Las fibras nerviosas viscerales transmiten información sensorial desde los órganos internos al sistema nervioso central, mientras que las fibras somáticas lo hacen desde la piel y los músculos. En la médula espinal, estas fibras pueden converger en las mismas neuronas de segundo orden, lo que provoca que el cerebro no pueda distinguir con precisión la fuente del dolor.
El dolor referido se clasifica en diferentes tipos según su origen:
- Dolor somático referido: este tipo de dolor se origina en los músculos, articulaciones o tejidos blandos, pero se percibe en una ubicación distinta. Por ejemplo, una lesión en el cuello puede causar dolor referido en el brazo.
- Dolor visceral referido: este dolor se origina en los órganos internos, pero se siente en áreas superficiales del cuerpo. Un ejemplo común es el dolor causado por una úlcera gástrica que se siente en la espalda.
- Dolor neuropático referido: este tipo de dolor se debe a daño o disfunción en el sistema nervioso y puede ser percibido en una región diferente de la lesión nerviosa original.
El dolor referido puede variar en intensidad y calidad, desde un dolor sordo y constante hasta un dolor agudo y punzante. La comprensión de este fenómeno es crucial para los profesionales de la salud, ya que puede influir en el enfoque diagnóstico y terapéutico. Identificar correctamente el origen del dolor puede requerir una historia clínica detallada, un examen físico minucioso y, en algunos casos, pruebas diagnósticas adicionales para localizar la fuente del problema.