La hipotermia es una condición médica grave que se produce cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que puede producirlo, causando una peligrosa disminución de la temperatura corporal. La temperatura corporal normal es de aproximadamente 37°C, y la hipotermia ocurre cuando la temperatura corporal desciende por debajo de 35°C. Este descenso puede afectar el funcionamiento del sistema nervioso y otros órganos, y en casos extremos, puede llevar a la muerte.
La hipotermia puede clasificarse en tres etapas según la severidad de los síntomas: leve, moderada y grave. En la hipotermia leve, la temperatura corporal se encuentra entre 32°C y 35°C. Los síntomas incluyen escalofríos, piel fría y pálida, dificultad para hablar y coordinación deficiente. En la hipotermia moderada, con temperaturas entre 28°C y 32°C, los escalofríos cesan, la confusión aumenta, el pulso y la respiración se vuelven lentos y la persona puede perder la conciencia. En la hipotermia grave, la temperatura cae por debajo de 28°C, y los síntomas pueden incluir pérdida de la conciencia, pulso y respiración muy lentos o ausentes, y riesgo de paro cardíaco.
Las causas de la hipotermia suelen estar relacionadas con la exposición a ambientes fríos sin protección adecuada. Esto incluye estar al aire libre en temperaturas extremadamente bajas, caer en agua fría, o vivir en condiciones de calefacción inadecuada. Los factores de riesgo incluyen la edad avanzada, el consumo de alcohol o drogas, la fatiga, enfermedades crónicas y el uso de ropa húmeda o insuficiente para protegerse del frío.
El cuerpo humano tiene varios mecanismos para mantener la temperatura, como la generación de calor a través del metabolismo y la vasoconstricción periférica, que reduce la pérdida de calor. Sin embargo, cuando estos mecanismos no son suficientes para compensar la pérdida de calor ambiental, se produce la hipotermia. La vasoconstricción disminuye el flujo sanguíneo a la piel y extremidades, intentando preservar el calor central en los órganos vitales, pero esto también puede llevar a daños en los tejidos periféricos.
El diagnóstico de hipotermia se basa en la medición de la temperatura central del cuerpo utilizando termómetros especiales, como los rectales o esofágicos, ya que los termómetros estándar no son precisos en estos casos. Es fundamental reconocer la hipotermia rápidamente, ya que la intervención temprana puede salvar vidas.