La ligadura de trompas, también conocida como esterilización tubárica o ligadura tubárica, es un procedimiento quirúrgico destinado a la esterilización permanente de la mujer. Esta intervención implica la obstrucción o el bloqueo de las trompas de Falopio para prevenir que los óvulos liberados por los ovarios lleguen al útero y, por lo tanto, evitar la fecundación y el embarazo.
El procedimiento de ligadura de trompas se puede realizar de varias maneras. Una de las técnicas más comunes es la colocación de anillos o clips de plástico sobre las trompas de Falopio. Estos dispositivos comprimen las trompas, bloqueando el paso de los óvulos. Otra técnica implica el uso de electrocauterización para cortar y sellar las trompas. También se puede realizar una salpingectomía parcial, en la cual se extirpa una parte de las trompas de Falopio. Además, existe una técnica menos invasiva llamada oclusión tubárica histeroscópica, en la que se introducen pequeños dispositivos en las trompas de Falopio a través del útero, causando la formación de tejido cicatricial que bloquea las trompas.
La ligadura de trompas se puede realizar mediante laparoscopia o a través de una minilaparotomía. La laparoscopia es un procedimiento mínimamente invasivo en el que se hacen pequeñas incisiones en el abdomen para insertar una cámara y los instrumentos quirúrgicos necesarios. La minilaparotomía, por otro lado, implica una incisión más grande en la pared abdominal. En algunos casos, la ligadura de trompas se puede realizar inmediatamente después de un parto vaginal a través de una incisión pequeña cerca del ombligo.
Este procedimiento es considerado permanente y es altamente efectivo, con una tasa de éxito superior al 99%. Sin embargo, como con cualquier intervención quirúrgica, existen riesgos asociados, como infecciones, hemorragias, daños a órganos adyacentes y reacciones adversas a la anestesia. Además, aunque es raro, existe una pequeña posibilidad de que las trompas de Falopio se vuelvan a unir, lo que podría resultar en un embarazo, incluso en un embarazo ectópico, que es potencialmente peligroso.
La ligadura de trompas no afecta los niveles hormonales ni interfiere con el ciclo menstrual. Las mujeres que se someten a este procedimiento continúan ovulando y teniendo menstruaciones regulares. Es importante que las mujeres que consideren la ligadura de trompas estén seguras de su decisión de no querer tener más hijos, ya que aunque existen procedimientos para intentar revertir la ligadura, estos son complicados, costosos y no siempre exitosos.