El vértigo es una sensación subjetiva de movimiento, generalmente de giro o balanceo, que el paciente experimenta sin que exista un movimiento real del entorno. Es un síntoma común que puede ser altamente incapacitante, afectando significativamente la calidad de vida del individuo. Aunque a menudo se asocia con mareos, el vértigo específicamente implica una ilusión de movimiento rotacional.
Fisiología del vértigo
El vértigo surge cuando hay una disfunción en el sistema vestibular, que incluye el oído interno, el nervio vestibular y las partes del cerebro que procesan la información sobre el equilibrio y la orientación espacial. El oído interno, específicamente el laberinto, contiene estructuras como los canales semicirculares y el vestíbulo, que son esenciales para mantener el equilibrio. Los canales semicirculares detectan movimientos rotacionales, mientras que el vestíbulo detecta movimientos lineales y la posición de la cabeza en relación con la gravedad.
Tipos de vértigo
El vértigo puede ser clasificado en dos categorías principales: periférico y central.
- Vértigo periférico: este tipo es el más común y se origina en el oído interno o en el nervio vestibular. Ejemplos incluyen el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), la enfermedad de Ménière y la neuritis vestibular.
- Vértigo central: este tipo es menos común y se origina en el cerebro, generalmente en el tronco encefálico o el cerebelo. Causas típicas incluyen accidentes cerebrovasculares, migrañas vestibulares y tumores cerebrales.
Causas del vértigo
Las causas del vértigo son variadas y pueden incluir:
- Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB): causado por la acumulación de cristales de carbonato de calcio en los canales semicirculares del oído interno.
- Enfermedad de Ménière: una afección crónica que afecta el oído interno y se caracteriza por episodios de vértigo, pérdida auditiva y tinnitus.
- Neuritis vestibular: inflamación del nervio vestibular, generalmente debido a una infección viral.
- Migrañas: las migrañas vestibulares pueden causar episodios de vértigo sin dolor de cabeza significativo.
- Traumatismos: lesiones en la cabeza o en el oído interno pueden provocar vértigo.
- Infecciones del oído: otitis media o laberintitis pueden causar vértigo.
Síntomas asociados
Además de la sensación de giro, el vértigo puede acompañarse de otros síntomas como:
- Náuseas y vómitos
- Pérdida de equilibrio
- Sudoración
- Movimientos anormales de los ojos (nistagmo)
- Pérdida de audición o tinnitus (en algunos casos)
Diagnóstico del vértigo
El diagnóstico del vértigo requiere una evaluación detallada que puede incluir:
- Historia clínica: evaluación de los síntomas, duración y factores desencadenantes.
- Examen físico: incluye pruebas de equilibrio y observación del nistagmo.
- Pruebas audiométricas: para evaluar la audición.
- Pruebas de imagen: como resonancia magnética o tomografía computarizada para descartar causas centrales.
El manejo del vértigo depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, terapias físicas específicas como la rehabilitación vestibular, y en algunos casos, cirugía.