La axonotmesis es un tipo de lesión nerviosa periférica que implica daño al axón y su vaina de mielina, pero deja intacto el tejido conectivo que rodea al nervio. Este término deriva del griego «axon», que significa eje o fibra, y «tmesis», que significa corte. La axonotmesis es una lesión más grave que la neuropraxia, pero menos severa que la neurotmesis.
En la axonotmesis, el axón se daña debido a una lesión traumática, como una compresión prolongada o un estiramiento excesivo. A pesar de que el axón y la mielina están dañados, las estructuras de soporte del nervio, como el endoneuro, el perineuro y el epineuro, permanecen intactas. Esto permite una mejor capacidad de regeneración, ya que las células de Schwann, responsables de la producción de mielina en el sistema nervioso periférico, pueden guiar la regeneración del axón a lo largo del camino preexistente.
El proceso de regeneración axonal en la axonotmesis es relativamente lento y puede tardar semanas o meses, dependiendo de la extensión de la lesión y la longitud del axón afectado. Durante la regeneración, las células de Schwann proliferan y forman una banda que facilita la reconexión del axón con su objetivo original. Esta capacidad de regeneración es crítica para la recuperación funcional, aunque la recuperación completa puede no ser siempre posible, y algunos déficits funcionales pueden persistir.
Los síntomas de la axonotmesis pueden variar según la localización y la extensión de la lesión. Pueden incluir debilidad muscular, pérdida de sensibilidad, dolor neuropático y disfunción motora. En algunos casos, pueden presentarse signos de reinervación aberrante, como contracciones musculares involuntarias o sensaciones anómalas.
El diagnóstico de la axonotmesis suele implicar una combinación de evaluación clínica y estudios electrodiagnósticos. La electromiografía (EMG) y los estudios de conducción nerviosa (NCV) son herramientas esenciales para evaluar la extensión del daño nervioso y la capacidad de regeneración. Estas pruebas pueden mostrar una disminución en la velocidad de conducción nerviosa y signos de denervación en los músculos afectados.
El tratamiento de la axonotmesis se centra en el manejo del dolor, la rehabilitación física y, en algunos casos, la intervención quirúrgica. La fisioterapia es fundamental para mantener la flexibilidad y la fuerza muscular durante el proceso de regeneración nerviosa. Los dispositivos ortopédicos y las terapias de estimulación eléctrica también pueden ser útiles para mejorar la función neuromuscular.