Definición
La reparación de un aneurisma aórtico es un procedimiento quirúrgico que se lleva a cabo para tratar una dilatación anormal de la aorta, la arteria principal que transporta sangre desde el corazón al resto del cuerpo. Este agrandamiento, conocido como aneurisma, puede crecer hasta un tamaño peligroso y, si no se trata, puede causar una rotura fatal. Existen dos tipos principales de procedimientos de reparación: la reparación abierta, en la que se realiza una incisión para reemplazar la parte dañada de la aorta con un injerto, y la reparación endovascular, un enfoque menos invasivo que implica la colocación de un stent a través de una arteria periférica. La elección del método depende de varios factores, como la ubicación y el tamaño del aneurisma, la salud general del paciente y el riesgo quirúrgico.
La reparación de aneurismas aórticos ha evolucionado en las últimas décadas gracias a los avances en la tecnología médica y las técnicas quirúrgicas. Aunque cada caso es único, la reparación endovascular ha ganado popularidad debido a su naturaleza mínimamente invasiva y un tiempo de recuperación más corto, mientras que la reparación abierta sigue siendo la opción de referencia para aneurismas complejos o de gran tamaño.
Por qué se realiza la cirugía
La reparación de un aneurisma aórtico se lleva a cabo principalmente para prevenir la ruptura de la arteria, un evento que a menudo es fatal debido a la hemorragia masiva. Se recomienda la cirugía cuando el aneurisma alcanza un tamaño que aumenta significativamente el riesgo de ruptura o si el aneurisma está creciendo rápidamente. Otros motivos pueden incluir síntomas como dolor abdominal o de espalda, lo que podría indicar que el aneurisma está presionando los órganos circundantes.
Los factores de riesgo comunes que conducen al desarrollo de aneurismas aórticos incluyen:
- Historia familiar de aneurismas aórticos.
- Enfermedad vascular, como arteriosclerosis.
- Presión arterial alta (hipertensión).
- Tabaquismo crónico.
- Edad avanzada.
La reparación es vital no solo para evitar la ruptura, sino también para aliviar los síntomas que pueden comprometer la calidad de vida del paciente.
Preparación preoperatoria
Antes de la cirugía, se realizan varios estudios de imagen como ecografía, tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM) para evaluar con precisión el tamaño, la ubicación y la forma del aneurisma. Estos datos guían al cirujano en la elección del enfoque más adecuado para el procedimiento.
Las instrucciones de preparación incluyen:
- Ajustar la medicación actual bajo supervisión médica, particularmente anticoagulantes.
- Evitar comer y beber durante las horas previas al procedimiento.
- Coordinar con un amigo o familiar para recibir apoyo emocional y logístico el día de la cirugía.
Procedimiento quirúrgico
El procedimiento depende del enfoque elegido:
Reparación abierta
Se realiza una incisión en el abdomen o el pecho para acceder al aneurisma. Se coloca un injerto sintético para reemplazar la sección dañada de la aorta. Este procedimiento suele durar de 4 a 6 horas.
Reparación endovascular
El cirujano introduce un stent-graft a través de una arteria periférica (como la femoral) utilizando guía de imagen. El stent se despliega dentro del aneurisma para reforzar las paredes de la aorta y evitar su ruptura.
Recuperación postoperatoria
El tiempo de recuperación varía según el tipo de reparación. Para una reparación abierta, se requiere hospitalización durante 7 a 10 días, con una recuperación completa que puede durar varias semanas o meses. La reparación endovascular generalmente tiene un tiempo de recuperación más corto, de 2 a 3 días en el hospital y unas pocas semanas para una recuperación completa.
Es importante seguir las instrucciones del médico respecto a las restricciones de actividad y el cuidado de las heridas. Los síntomas a monitorear incluyen dolor intenso, fiebre o enrojecimiento alrededor de la incisión. El control del dolor con medicamentos prescritos puede ser necesario, junto con una dieta saludable para promover la curación.
Rehabilitación y atención a largo plazo
La rehabilitación implica un programa gradual de fisioterapia para recuperar la fuerza y la movilidad. Los pacientes deben hacer cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, controlar la presión arterial y mantener una dieta equilibrada baja en grasas saturadas. Las consultas regulares con el médico son esenciales para monitorear la salud vascular.
Preguntas frecuentes
La cirugía se recomienda cuando el aneurisma alcanza un tamaño que aumenta significativamente el riesgo de ruptura o si el aneurisma está creciendo rápidamente. También puede ser necesaria si el paciente presenta síntomas como dolor abdominal o de espalda.
La reparación abierta implica una incisión en el abdomen o pecho para reemplazar la parte dañada de la aorta con un injerto. La reparación endovascular, por otro lado, implica la colocación de un stent a través de una arteria periférica para reforzar las paredes del aneurisma.
La recuperación de una reparación abierta puede durar varias semanas o meses, mientras que la recuperación de una reparación endovascular generalmente toma unas pocas semanas. El tiempo en el hospital también varía, siendo más corto para la reparación endovascular.
Los pacientes deben dejar de fumar, controlar la presión arterial, seguir una dieta equilibrada baja en grasas saturadas, y realizar ejercicio moderado según las indicaciones médicas. Las consultas médicas regulares también son importantes para monitorear la salud vascular.
Es importante monitorear síntomas como dolor intenso, fiebre, enrojecimiento alrededor de la incisión o cualquier otra molestia inusual. En estos casos, se debe contactar al médico de inmediato.
