El hipotiroidismo es una condición médica caracterizada por la producción insuficiente de hormonas tiroideas por parte de la glándula tiroides. Esta glándula, ubicada en la parte frontal del cuello, juega un papel crucial en la regulación del metabolismo del cuerpo, influenciando diversos procesos fisiológicos como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y el crecimiento. La deficiencia de hormonas tiroideas, principalmente la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), puede llevar a una serie de síntomas y complicaciones si no se trata adecuadamente.
Las causas del hipotiroidismo pueden ser variadas. La más común es la tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca y destruye gradualmente la glándula tiroides. Otras causas incluyen la radioterapia dirigida al cuello, la extirpación quirúrgica de la tiroides, ciertos medicamentos y deficiencias nutricionales, como la falta de yodo en la dieta. En algunos casos, el hipotiroidismo puede ser congénito, es decir, presente desde el nacimiento debido a un desarrollo anormal de la glándula tiroides o a defectos genéticos.
Los síntomas del hipotiroidismo son diversos y pueden variar en severidad. Entre los más comunes se encuentran la fatiga extrema, el aumento de peso inexplicado, la intolerancia al frío, la piel seca, la caída del cabello, la depresión y la bradicardia (frecuencia cardíaca baja). En las mujeres, el hipotiroidismo también puede causar irregularidades menstruales y problemas de fertilidad. A nivel cognitivo, es común que las personas afectadas experimenten problemas de memoria y concentración.
El diagnóstico del hipotiroidismo se realiza principalmente mediante análisis de sangre que miden los niveles de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) y las hormonas tiroideas (T4 y T3). Un nivel elevado de TSH y un nivel bajo de T4 suelen indicar hipotiroidismo, ya que el cuerpo intenta compensar la baja producción de hormonas tiroideas mediante un aumento de la TSH.
En términos de fisiología, la tiroides produce las hormonas tiroideas mediante la captación de yodo de la sangre y su incorporación en la tiroglobulina, una proteína que sirve como precursora de T4 y T3. La regulación de la producción hormonal se lleva a cabo a través de un sistema de retroalimentación negativa en el eje hipotálamo-hipófisis-tiroides. Cuando los niveles de hormonas tiroideas son bajos, el hipotálamo secreta la hormona liberadora de tirotropina (TRH), que a su vez estimula la producción de TSH en la hipófisis. La TSH entonces estimula la tiroides para producir más T4 y T3. En el hipotiroidismo, este mecanismo de retroalimentación se ve alterado, llevando a niveles anormalmente altos de TSH.
A largo plazo, el hipotiroidismo no tratado puede llevar a complicaciones graves como la cardiopatía, la infertilidad, el mixedema y en casos extremos, el coma mixedematoso, que es una emergencia médica potencialmente fatal.