La tetraplejia, también conocida como cuadriplejia, es una condición médica caracterizada por la parálisis parcial o total de las cuatro extremidades y el torso. Esta parálisis resulta de una lesión en la médula espinal, específicamente en las vértebras cervicales. La gravedad y el alcance de la parálisis dependen de la ubicación y la severidad de la lesión medular.
La médula espinal es una estructura cilíndrica de tejido nervioso que se extiende desde el cerebro hasta la parte baja de la espalda y es responsable de transmitir señales entre el cerebro y el resto del cuerpo. Las lesiones en la región cervical (cuello) de la médula espinal son las que típicamente causan tetraplejia. Estas lesiones pueden ser el resultado de traumatismos como accidentes automovilísticos, caídas, heridas de bala, o lesiones deportivas. También pueden ser causadas por enfermedades degenerativas, infecciones, o tumores que afectan la médula espinal.
Dependiendo del nivel específico de la lesión cervical, la tetraplejia puede variar en su presentación. Las lesiones más altas en la columna cervical (por ejemplo, en las vértebras C1-C4) tienden a resultar en una parálisis más severa y una mayor pérdida de función, que puede incluir la incapacidad para respirar sin asistencia mecánica. Lesiones en niveles más bajos (C5-C7) pueden permitir alguna movilidad y función en los brazos y manos.
Además de la pérdida de movimiento y sensibilidad en las extremidades, la tetraplejia puede estar acompañada de una variedad de complicaciones secundarias. Estas pueden incluir problemas respiratorios, pérdida de control sobre los intestinos y la vejiga, disfunción sexual, espasticidad muscular, dolor neuropático, y úlceras por presión. La calidad de vida de una persona con tetraplejia puede verse significativamente afectada, y el manejo de esta condición suele requerir un enfoque multidisciplinario que incluya cuidados médicos, rehabilitación, apoyo psicológico, y adaptaciones en el entorno.
El diagnóstico de tetraplejia se basa en una evaluación clínica completa, que incluye la historia médica, el examen físico y estudios de imagen como resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC) para determinar la ubicación y extensión de la lesión medular. La clasificación de la severidad de la lesión a menudo se realiza utilizando la escala de la Asociación Americana de Lesión Medular (ASIA, por sus siglas en inglés), que evalúa la función motora y sensorial.
El tratamiento de la tetraplejia se centra en la estabilización de la médula espinal, la prevención de complicaciones secundarias y la rehabilitación para maximizar la independencia y la calidad de vida del paciente. Las intervenciones médicas pueden incluir cirugía, medicamentos, terapia física y ocupacional, y el uso de dispositivos asistivos. La investigación en curso en el campo de la neurociencia y la medicina regenerativa también está explorando nuevas terapias, como la estimulación eléctrica y las terapias con células madre, con el objetivo de mejorar los resultados para las personas con lesiones medulares.