Radiografías lumbar y resonancia con flechas señalando una fractura vertebral y sus secuelas degenerativas visibles.

Secuelas de fractura de vértebra lumbar

La fractura de vértebra lumbar es una lesión en la columna baja, que puede dar como consecuencia secuelas físicas graves. Ahora bien, cuando se comprueba que hubo negligencia médica, se habilita el derecho del paciente a reclamar por vías legales por daños derivados de un diagnóstico o tratamiento incorrecto.

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¿Qué es una fractura de vértebra lumbar?

La fractura de vértebra lumbar es un traumatismo, rotura o colapso de los huesos que componen la columna. Se dice que es lumbar porque se sitúa entre las vértebras L1 a L5, es decir, las que se encuentran entre la caja torácica y la pelvis. Entendiendo esto, es razonable que duela tanto, pues esta zona es la que soporta de manera significativa parte del peso del cuerpo, además de contribuir a la flexión, extensión y torsión del tronco.  

Tras una fractura de vértebra lumbar, ¿cuáles son las secuelas?

Aunque muchas fracturas llegan a curar por completo, en el caso de la de vértebra lumbar, tiene un alto porcentaje de crear secuelas. Por supuesto, la evolución de este tipo de quebradura dependerá en gran manera de la gravedad de la misma y de cómo se haya tratado. Además, hay factores como la edad, estado de salud y la presencia de otras lesiones como las neurológicas que pueden afectar al paciente.

Dolor lumbar crónico

Es bastante común que una fractura deje un dolor crónico en el paciente. La razón es que un trauma en la vértebra puede alterar la biomecánica de la columna; en consecuencia, se sobrecargan estructuras adyacentes. En muchos casos, la persona que queda con sensación de dolor persistente, presentará espasmos en los músculos, lo que afecta su bienestar integral. 

Limitación de la movilidad

Cuando la fractura deja una deformidad o bien ha sido necesario inmovilizar la zona, es probable que el paciente tenga dificultad para flexionar, girar o levantar peso; incluso, se puede llegar a sufrir rigidez. Algunos pacientes, lamentablemente, llegan a perder su movilidad de forma parcial o completa, tanto en su columna como a nivel muscular, como consecuencia de la fractura.

Deformidades estructurales

Cuando una vértebra fracturada ha cicatrizado mal, puede derivar en una alteración de la forma de la columna. Esta situación puede comprometer el equilibrio del cuerpo de la persona afectada y puede provocar compensación muscular, además de dolor postural y fatiga crónica. 

Lesiones neurológicas

En pacientes cuya fractura ha afectado raíces nerviosas o el canal medular, las consecuencias son más graves, ya que puede provocar radiculopatía que incluye dolor irradiado, debilidad o pérdida de sensibilidad en las piernas. 

Si la médula espinal se ha visto afectada por el traumatismo, es posible que el paciente sufra incontinencia urinaria y fecal. En casos más graves, aunque poco comunes, la secuela más grave es la parálisis parcial o completa en los miembros inferiores.

Incapacidad laboral parcial o total

Las secuelas físicas de una fractura de columna vertebral pueden ocasionar que el paciente tenga incapacidad para ejercer su ocupación o profesión. Por supuesto, esto dependerá de la recuperación, así como del cargo que se ocupa. Algunos pacientes solicitan la incapacidad permanente ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), dependiendo de la pérdida de capacidad laboral (temporal o permanente).

Necesidad de tratamientos prolongados

La rehabilitación física es indispensable para garantizar una total recuperación de la movilidad. No obstante, esto puede requerir de mucho tiempo, además de la necesidad de usar fajas lumbares, analgésicos crónicos e incluso que se le coloque una fijación vertebral por medio de una intervención quirúrgica.

¿Cómo puede producirse una fractura de vértebra lumbar por negligencia médica?

No siempre las fracturas son ocasionadas por un accidente. De hecho, en el ámbito de la salud hay fracturas que se producen por actuaciones negligentes de parte de los profesionales. Por lo general, esto ocurre cuando no se cumplen los procedimientos adecuados. En cualquier caso, una vez que se demuestre la negligencia médica, los responsables deberán ser procesados por la vía que aplique.  

Mala praxis en intervenciones quirúrgicas

Aunque algunas fracturas deben inducirse intencionalmente durante una cirugía, hay casos en los que la fractura de vértebra lumbar se produce cuando el procedimiento se ejecuta mal. En este sentido, se considera mala praxis en una intervención quirúrgica cuando:

  • Ejercer fuerza indebida en intervenciones ortopédicas, ginecológicas o abdominales.
  • Ocurren fallos en intervenciones sobre la columna, como, por ejemplo, que se coloque de forma errónea algún instrumento quirúrgico o protésico. 

Manipulación inadecuada de un paciente inmovilizado

Algunas personas que tienen mayor riesgo de sufrir una fractura de las vértebras lumbares son quienes tienen menor densidad ósea, o sea, quienes padecen osteoporosis. También quienes hayan sufrido traumatismos en el pasado o que tengan movilidad reducida. Los profesionales conocen este riesgo, por cuanto utilizan técnicas específicas de movilización y transferencia. Por eso, si la fractura es consecuencia de una movilización brusca, sin ayuda o sin dispositivos adecuados, se considera negligencia médica.

Diagnóstico erróneo o tardío

Un paciente que llega a consulta con síntomas posibles de fractura de columna de vértebra lumbar, el médico debe indicar las pruebas diagnósticas correctas. De no hacerlo así, se está ante una negligencia médica al:

  • Hacer un diagnóstico que no corresponde con la sintomatología, por ejemplo, cuando se confunde fractura con una contractura o lumbalgia simple.
  • Demorar el diagnóstico sin una justificación, llevando a un avance del daño, que produzca a su vez consecuencias más graves como un colapso vertebral o una afectación neurológica.

Mala interpretación de pruebas de imagen

Las fracturas lumbares se detectan a través de radiografías, TAC y resonancias magnéticas. Solo expertos en radiología o traumatología están capacitados para leer e interpretar estas imágenes. Así que si no se tiene experiencia en el área, no es correcto dar un diagnóstico con estos recursos.

Por otro lado, se consideraría negligente cuando no se realiza una correcta evaluación de la imagen y que, en consecuencia, se omita algún diagnóstico de tipo crítico. En cualquier caso, el riesgo es que el daño se agrave al no recibir el tratamiento oportuno. 

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¿Cuándo se considera negligencia médica?

De acuerdo al juramento hipocrático, los médicos tienen la obligación de no causar daño a los pacientes y actuar siempre en beneficio de estos. Por tanto, cualquier acción que viole las reglas de la buena práctica médica, de ser procesado judicialmente. No obstante, ¿cómo saber cuándo hubo negligencia médica?

De acuerdo al ordenamiento jurídico español, la negligencia médica no es un simple error. Más bien, se trata de una conducta imprudente, descuidada o que se haya utilizado una técnica inadecuada, causando daño al paciente. También, se debe comprobar que se pudo haber evitado la fractura de vértebra, si se hubiese actuado con diligencia.

Entonces, antes de que se declare que ocurrió un acto negligente, se debe reconocer: 

  1. Cualquier actividad contraria a la práctica médica u omisión de hechos relevante. Aquí pueden incluirse fallos en los diagnósticos, errores dentro de la sala quirúrgica o aplicación incorrecta de tratamientos. 
  2. Daño efectivo. Que se produzca un perjuicio al paciente como una lesión, agravamiento de su estado, pérdida funcional o incluso la muerte.
  3. Nexo causal entre la actuación y el daño. Se debe comprobar que la actuación del médico llevó a que se produjera la fractura de vértebra lumbar. 

Jurisprudencia relevante

No toda complicación por un diagnóstico o tratamiento médico implica que hubo negligencia. Por eso, el Tribunal Supremo de Justicia español establece que la responsabilidad médica va más allá del resultado. Es así como se considera negligencia cuando: 

  • No se solicitan pruebas diagnósticas aunque hay síntomas evidentes.
  • Se interpretaron erróneamente las pruebas de análisis o imágenes.
  • Se realizó una cirugía innecesaria o con técnica incorrecta.
  • No se informó al paciente sobre los riesgos de forma adecuada. 
  • Se omitió un seguimiento posoperatorio necesario.

¿Cómo reclamar una negligencia por fractura de vértebra lumbar?

Si el paciente o víctima tiene seguridad de que se ha cometido negligencia médica, podrá reclamar una indemnización por los daños sufridos.

Plazos para reclamar

Los plazos de prescripción para interponer la reclamación varían de acuerdo a la vía elegida:

Vías legales según el caso

La vía legal a utilizar dependerá de dónde ocurrieron los hechos, a saber:

  • Responsabilidad civil (centros privados). En esta situación, ante el tribunal de primera instancia, se presenta la petición. 
  • Responsabilidad penal (centros públicos o privados). En casos graves con dolo o imprudencia temeraria, la víctima puede interponer una denuncia penal ante el juzgado de instrucción. 
  • Responsabilidad patrimonial sanitaria (contencioso-administrativa). Se aplica cuando la negligencia se produce en un hospital público. Primero se presenta una reclamación previa ante la administración sanitaria y, si se desestima, se interpone un recurso contencioso-administrativo ante el juzgado competente.

Documentación necesaria

Para que la reclamación sea admitida por el órgano competente, se deben adjuntar pruebas sólidas. En tal sentido, se puede solicitar:

  • Historial médico completo del paciente.
  • Informes de urgencias, radiografías, TAC y/o resonancias que evidencien la fractura y su evolución.
  • Informes periciales médicos, que certifiquen la mala praxis y su relación con la lesión.
  • Reporte forense donde se evidencien las lesiones.
  • Informe de secuelas y limitaciones funcionales actuales.
  • Facturas de gastos médicos, medicamentos, rehabilitación y más.
  • Documentos que demuestren pérdida de ingresos o incapacidad.

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